lunes, 19 de marzo de 2018

NUESTRO PADRE Y SEÑOR SAN JOSÉ




          Del mismo modo que Dios designó al Patriarca José, hijo de Jacob, gobernador de todo Egipto para asegurar al pueblo el trigo necesario (cf Gn 41,40), así, cuando se cumplió el tiempo en que el Eterno había de enviar a la tierra a Su Hijo único para rescatar al mundo, escogió a otro José del que el primero era figura. Lo estableció señor y príncipe de su casa y de sus bienes; le confió sus más grandes tesoros. En efecto, José tomó como esposa a María, la Virgen inmaculada, de la que había de nacer, por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, quien pasó ante los ojos de todos como hijo de José y le fue sumiso en todo. Aquel que tantos profetas y reyes deseaban ver (Lc 10,24) José no sólo lo vio sino que conversaba con él, lo abrazaba con ternura paternal y lo cubría de besos; con un cuidado y solicitud sin igual alimentaba a Aquel que se haría para los fieles pan de vida eterna.

         
A causa de esta dignidad sublime que Dios confiere a su servidor fiel y solícito, la Iglesia siempre ha honrado y exaltado a José con un culto excepcional, aunque inferior al de la Madre de Dios. Siempre, en horas críticas, la Iglesia ha implorado su ayuda... Por esto, declaramos solemnemente a San José Patrón de la Iglesia Católica.




Papa Pío IX 

Decreto “Urbi et Orbi” del 8 de Diciembre l870






ORACIONES
que todo buen devoto de San José
debiera aprender para encomendarse
al Glorioso Patriarca








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